Lo que viene siendo una nueva sensación, y es que ayer aventurándome
con el entrenamiento de 1.800 de natación andaba yo pasando por el 1.500 en
casi mi mejor tiempo, por segundos, y claro la motivación estaba patente, me
voy a comer los 1.800 sin despeinarme, pues lejos de eso 100 metros más adelante
llega esa sensación de pájara que no había tenido nunca en el agua, y es que no
avanzo, me siento cansado, ¿qué le pasa a mis piernas?, ahora ya sé que el tío
del mazo también sabe nadar, y te puede esperar en cualquier esquina.
Evidentemente luego la bici fue un poco peor de pulsaciones,
ya que desde el inicio me planté con 100-104 ppm, cuando lo normal era andar
por las 70-80 ppm, pero bueno, lección aprendida y toma de consciencia, la
larga distancia hay que respetarla.
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